jueves, 8 de mayo de 2008

De vuelta a la normalidad.

(O lo que nos queda de ella).

La verdad es que tengo sentimientos encontrados con respecto a varias cosas. Las jirafas son una de ellas. Otra más sensata es el cambio climático y su daño en nuestro entorno pero Green Peace tiene ya una obra al respecto y no quiero pasar a llevar los derechos de autor de nadie así que les contaré acerca de un idiota llamado Matías y su atracón indecente con la muerte y una de sus visitas que resultó ser celestinada por el ambiente hospitalario.
No sé si debo alegrarme de que el calvo se apontricara a una de las mujeres que lo fue a ver y cuyo nombre no mencionaré por respeto a ella, pero con fines de entendimiento su nombre clave en este relato será "Jazmín". (weeena Jazmín).
La verdad es que me molesta que se premien las imbecilidades. (Yo las cometo a diario y nadie me da bolas, a los más cachuchazos). Y la gracia del titán Arias no fue nada más que una imbecilidad con curso caótico y en tropel suicida. Sé que no podrá tomar bebidas alcohólicas durante seis meses y que el síndrome de abstinencia podría matarlo en el camino, pero insisto que no es castigo suficiente. Matías debería irse preso por intento de suicidio.
(Bueno, ahora está viviendo a un par de cuadras del Manzano, pero no es suficiente).
Sé además que está viviendo con sus abuelos y que no tiene cable. Repito. No tiene cable.
Ésto amigos míos se traduce en una persona normal como no tener un pulmón y vivir en Santiago. Aire es a ser humano, como Televisión por cable es a Matías. Pero no es castigo suficiente.
Cuando Matías me contó que llevaba dos semanas sin una erección hasta pensé que ése... podría ser su castigo. Pero la huevá se le paró y me volieron los sentimientos encontrados.
Ah! pensarán... Merello eres una mierda de amigo, ¿cómo le deseas mal a Matías!?
-Pues la verdad es que mal no le deseo- lo necesito sano y salvo para que me pague la máquina de afeitar que me rompió, y que me devuelva la ropa que usó durante su estadía en el hospi.

Y sé bien que sólo he hablado de malas cosas... ¿dónde está el encuentro de sentimientos se preguntarán? y la verdad es que me chocan los encuentros.
Estoy feliz de que el cabezón esté vivo. Estoy indignado por que casi se mata.
Estoy contento de que no tenga secuelas graves. Estoy indignado de que aún se le pare. (salió verso)
Estoy feliz de que vuelva a alegrarnos la vida con su alma intacta. Estoy indignado por no haber dormido bien en dos semanas.
En fin.
Las cosas parecen volver a una aparente normalidad, que por esperada, no sé si sea bienvenida y ése es el sentimiento más encontrado. No quiero una vuelta a la normalidad. No quiero una vuelta a lo de antes. No quiero más empeines fracturados, ni peleas con paraderos y semáforos. No quiero más subidas a capós. No quiero esa normalidad. Quiero una nueva normalidad. Y por sobre todas las cosas, no quiero volver a hablar de esto. Yo doy por finalizado este episodio y me despido de él sin nada más en la mochila.

Como letrerito de neón en el nick de Ricardo, GL titán. Lo que venga ya está en tus manos.

1 comentario:

..::ChIqUiTiTa::.. dijo...

hmmm si merello, te entiendo.
kiza era necesario un golpe en la cabeza, como vamos a saberlo? bueno lo sabremos cuando veamos a mati entero, repuesto sin cefaleas y con posibilidad de tomarse un trago sin hacer webadas.
que da rabia y nos hace darnos cuenta que, andamos por la vida creyendo q las cosas les pasan a los "otros" y nunca a nosotros... que zoide es la especie de conejo de indias, de la fragilidad en la que estamos envueltos, y en lo idiotas que somos...

que lata no tener cable!!! osea eso ya es harta tortura wn!!! deveriamos conseguir a alguien q haga un robo de cable wn, minimo!