Aquello.

Sé que una vez pensamos que nos haríamos famosos por haber descubierto el inconsciente relacional. Bueno, seguimos en Chile, infames y pobres pero con un aquello bien trabajado.
Por eso cuando Matías está a punto de tirarse un gas, mis antenitas de vinil vibran para alertarme.
Quizás nunca nos hagamos famosos en el mundo, pero cada uno de nosotros se ha inmortalizado en alguna anécdota. Quizás nadie en el mundo sepa quién es Ricardo Yañez, pero nosotros sabemos quién es Tuto. Quizás nadie sepa en el mundo lo terriblemente tiernas que son las tacitas de enfado de la Vero, pero nosotros definimos hasta los niveles que posee. En fin. Somos lechugas en un mundo intrascendente, pero Bistécs a lo pobre en nuestras vidas, y eso se agradece además y sobre todo, en un país donde la gente pareciera vivir a dieta de cosas especiales.